Acogedor, Original, Auténtico...

¿Has pensado alguna vez cómo sería tu hotel rural ideal?


Seguramente no sería igual para un viaje en familia con niños pequeños que para una escapada con tu pareja o unos amigos.

En La Casa de Adobe lo tenemos claro. Aquí los espacios y los ritmos se adaptan al turista adulto que viaja sin niños y busca la tranquilidad y el descanso.

¿Somos lo que estás buscando?


 

Un hotel diferente, con encanto y sabor


Una antigua casa de labradores, de vigas centenarias y muros de tierra, reconstruida usando técnicas y materiales tradicionales y equipada para un turismo rural de calidad.

En su rehabilitación hemos conservado la distribución original, adaptando los espacios rústicos al nuevo uso, creando ambientes con mucho sabor.

Bonitas habitaciones con vistas al campo, cómodos cuartos de baño, y amplios espacios comunes. Terraza, jardín y huerto ecológico.


 

La propia casa es un catalizador de sensaciones y 'buen rollo', y eso lo notarás desde el momento que entres por la puerta.


 

Felices sueños


Cinco habitaciones dobles: espaciosas, alegres y acogedoras. Cómodos colchones de viscoelástica para un buen sueño reparador en el silencio de la noche soriana.

Cuarto de baño propio con amplia ducha de obra, WC y lavabo (en dos también hay bidé). Gel, champú, jabón de manos, juego de toallas y secador de pelo.

Calefaccion por suelo radiante con termostato de control individual. En consonancia con la filosofía de la casa las habitaciones no tienen televisor, aunque sí una buena señal WiFi.


 

Con solo cinco habitaciones el hotel ofrece un ambiente tranquilo y casero, sin ajetreos.


Cuatro de las habitaciones tienen cama de matrimonio (150 x 190 cm) y están situadas en la planta alta, con bonitas vistas al jardín, al campo o al pueblo.

La quinta habitación tiene dos camas sencillas (90 x 190 cm) y está situada en un rincón tranquilo de la planta baja. Esta habitación es especialmente amplia, siendo practicable para usuarios de silla de ruedas, y aquí podemos instalar una cama supletoria de 80 cm para ser ocupada por un tercer adulto o un niño mayor.
 

Ver también


Cómo reconstruimos la casa
Nuestra política ambiental